Las conexiones con los QB de Cooper Kupp de los Rams comenzaron en Eastern Washington
El mariscal de campo del Este de Washington de Cooper Kupp, Vernon Adams, da detalles sobre el receptor de los Rams, quien demostró lo especial que era desde el primer día en la universidad.
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Aquí la información del juego que no te puedes perder entre los Rams y los Bengals. El partido se realizará en casa de los Rams en el SoFi Stadium.
2012, mientras la Universidad de Eastern Washington construía uno de los mejores programas de la subdivisión de campeonato de futbol americano de la NCAA, detrás de una explosiva defensiva, algunos de sus jugadores estaban tan obsesionados con mejorar que un guardia de seguridad, con la bendición del entrenador de los Eagles, Beau Baldwin, comenzó a dejar que los jugadores entraran en las instalaciones de futbol americano después de las horas de práctica. Entre los que se colaban para ver grabaciones de partidos o levantar pesas estaba un receptor de primer año llamado Cooper Kupp.
Los estudiantes de primer año acabaron graduándose. Pero Kupp y las puertas abiertas permanecieron.
“Al final, creo que de alguna manera u otra se entregó una llave”, dijo esta semana Baldwin, ahora entrenador de Cal Poly. “Esos jugadores tenían acceso las 24 horas del día”.
Eso explicaba por qué, durante las temporadas 2013 y 2014 en Cheney, Washington, una ciudad de 12.000 habitantes oculta entre ondulantes campos de trigo al sur de Spokane, el quarterback de los Eagles Vernon Adams Jr. recibía mensajes de texto de Kupp a horas extrañas pidiéndole que fuera a las instalaciones del equipo.
“Podía ser un domingo, o muy tarde por la noche o muy temprano por la mañana”, reveló Adams. “‘Vamos, vamos. Veamos la grabación juntos’”, decía.
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Pocas posiciones en el deporte tienen que estar más alineadas que la del quarterback y la del receptor, porque el éxito depende de la sincronización, la confianza y los preciosos segundos que se han ido forjando a través de horas de repeticiones. Y en la experiencia de Adams, un graduado de Mission Hills Bishop Alemany High que luego fue estrella en Oregón y ha jugado en la Liga de Futbol Americano Canadiense desde 2016, ningún otro receptor que haya conocido ha sido tan serio como Kupp en querer estar en la misma página que su QB.
Tras ser reclutado por los Rams en la tercera ronda del draft de la NFL de 2017, Kupp pasó sus primeras semanas como profesional conviviendo con el entonces quarterback de los Rams, Jared Goff. Goff instaló un proyector en una habitación para enseñarle a Kupp la ofensiva.
Cuando Goff se despertaba, se encontraba con las ideas garabateadas del receptor novato por toda la pizarra, según contó a NFL Network en 2017. Esta temporada, la primera en la que atrapa pases de Matthew Stafford, Kupp se ha dedicado a desayunar y hablar de futbol americano con su nuevo mariscal de campo.
La asociación de Kupp con Goff le valió una selección al Pro Bowl y una extensión de contrato por $35 millones garantizados. Su unión con Stafford ha llevado a Kupp a convertirse en el cuarto jugador que lidera la liga en recepciones, yardas y touchdowns en la misma temporada, producción que ha impulsado a los Rams al Super Bowl LVI el 13 de febrero contra Cincinnati, en el SoFi Stadium.
Sin embargo, antes de que sus conexiones con los mariscales de campo de Los Ángeles lo hicieran ascender en la nómina y entrar en los libros de récords como profesional, fue su conexión universitaria con Adams, su primer mariscal de campo en L.A., lo que puso a Kupp en el radar de la liga que ahora domina. Su asociación de dos temporadas le dio más de 3.000 yardas de recepción.
Cuando se conocieron, eran dos personajes opuestos. Kupp era un receptor blanco de Yakima que mantenía una existencia casi de monje cuando se trataba del estudio obsesivo del futbol americano. Adams era un mariscal de campo negro que dijo que experimentó un choque cultural al ver caballos y vacas al llegar a Cheney, y reconoció que “siempre apostó por su capacidad atlética”. Cuando Adams invitaba a Kupp a fiestas de reclutamiento, Kupp aparecía y luego se escabullía rápidamente.
Pero asistían a la misma iglesia de Spokane. Mientras hablaban de futbol americano, jugaban tenis de mesa e iban al cine, crecieron lo suficientemente cerca como para que Adams fuera el padrino en la boda de Kupp en 2015. En 2020, sus familias estuvieron a punto de irse juntas de vacaciones a Hawái antes de que la pandemia acabara con esos planes.
“Dios y el futbol americano, ¿qué podría acercarnos más que eso?”, dijo Adams. “Eso es lo que era. También nos juntamos con dos tipos diferentes de gente”.
“Simplemente sabíamos que podíamos llamarnos para cualquier cosa. Nos llamábamos al azar para decirnos: ‘Oye, nos vemos en el vestuario y de ahí nos vamos a ver una grabación’. Era sobre todo él quien me llamaba. Tenía esa mentalidad de quarterback”.
A pesar de sus aparentes diferencias, Kupp y Adams marcaron la diferencia y se convirtieron en All-Americans gracias a una motivación compartida por superar las expectativas. A pesar de que su linaje incluía un abuelo, Jake, y un padre, Craig, que jugaron en la NFL, Kupp fue reclutado solo por Idaho State y Eastern Washington.
Adams y los entrenadores a menudo encontraban a Kupp en las instalaciones de futbol americano, solo, cargando pelotas de tenis en una máquina que las hacía rebotar contra las paredes en todos los ángulos, proporcionando otra oportunidad para las repeticiones. También era conocido por ver grabaciones de partidos con su entonces novia, y ahora esposa, Anna.
“Nunca le oí hablar de otro jugador... como lo hacía sobre Kupp todo el tiempo”.
— DEAN HERRINGTON, QUE ENTRENÓ A VERNON ADAMS EN ALEMANY HIGH, SOBRE LAS IMPRESIONES DEL QUARTERBACK EN RELACIÓN A COOPER KUPP
“Me lo dijo una vez: ‘Sabes entrenador, el día nada más tiene 24 horas, así que solo tengo tiempo para hacer las cosas que son verdaderamente importantes para mí’”, relató Baldwin.
Dave Cook, director de información deportiva de la escuela durante 31 años, dijo que Kupp lo acribillaba a preguntas sobre la historia del programa de futbol americano, y luego le preguntaba cómo hacía su trabajo.
“Se notaba que formaba parte de su personalidad y que quería tener una base de conocimientos de todo”, manifestó Cook.
Solo Eastern Washington y Portland State mostraron un interés serio en Adams, incluso después de pasar para 296 yardas y correr para 147 más en su último partido de la escuela secundaria en 2010, contra Anaheim Servite, en los cuartos de final de la División Pac-5.
“Recuerdo que Vernon me dijo: ‘hombre, tenemos a un muchacho aquí llamado Cooper Kupp que es increíble, nunca he visto a alguien trabajar tan duro como él’”, relató Dean Herrington, que entrenó a Adams en Alemany. “Siempre apoya a sus compañeros de equipo. Pero nunca le oí hablar así de otro jugador, como lo hacía sobre Kupp todo el tiempo”.
En retrospectiva, el primer juego universitario de Kupp fue una llamada de advertencia. Atrapó cinco pases de Adams para 119 yardas, incluyendo touchdowns de 31 y 48 yardas en la victoria de Eastern Washington por 49-46, el 31 de agosto de 2013. El padre de Kupp jugó de quarterback para el entrenador de los Beavers, Mike Riley, en la antigua Liga Mundial a principios de los 90, pero esa conexión no pasaba por la mente de Riley a mitad del partido.
El entrenador dijo que estaba pensando en cómo Adams, con quien el personal de Oregon State había tenido algún contacto ligero en la escuela secundaria, se había escapado por primera vez de las manos de OSU tanto en el reclutamiento como posteriormente en todo el campo. Para entonces había sumado 518 yardas de ataque.
“No pudimos tirarle, no pudimos evitar que lanzara”, recordó Riley. “Es uno de los que se nos escapó”.
El primer touchdown de Kupp vino de una ruta de poste profundo que Eastern Washington apodó “slash”.
“Comprobé el ‘slash’, lo ejecuta, gira en la esquina, corre por la línea lateral, anota un TD, ese es el primer touchdown de su carrera universitaria”, dijo Adams. “Y a partir de ahí me dije: ‘¡Oh, tenemos un gran jugador!’”.
El ‘slash’ se unió a una jugada de finta, en la que Kupp corría desde una posición en la que Adams y Baldwin sabían que podían conectar con Kupp y producir confiablemente montones de yardas.
Los Rams acaban con la hegemonía de los 49ers de San Francisco, quienes acarreaban una racha de seis juegos consecutivos con triunfos y disputarán el Super Bowl LVI en casa.
Kupp fue nombrado el estudiante del año de la FCS por cuatro medios de comunicación en 2013 y el mejor receptor por otro. Cuando no pudo aceptar el premio Jerry Rice ese año, su padre asistió a la ceremonia en su lugar, y Cook organizó una llamada entre el homónimo del premio y el receptor de primer año.
“Recuerdo que Craig se puso el anillo del Super Bowl de Jerry Rice”, dijo Cook. “Es curioso que nueve años después pudiera colocarse el anillo de su propio hijo”.
Esa temporada, Adams fue el subcampeón del premio Walter Payton, otorgado al mejor jugador de la FCS. (También quedó segundo en 2014). Adams fue superado por el futuro mariscal de campo de los 49ers, Jimmy Garoppolo, cuya intercepción en el cuarto tiempo del domingo, selló la segunda aparición de los Rams en el Super Bowl en cuatro temporadas.
En las dos temporadas que coincidieron en Cheney, Adams sumó 9.367 yardas desde el terreno de juego y 100 touchdowns, mientras que Kupp recopiló 197 recepciones para 3.122 yardas y 37 touchdowns.
“Coop es un jugador humilde, por mucho que VA diga que, ya sabes, Coop fue el mejor receptor con el que jugó y fue afortunado; Coop se sentaría aquí y te diría que fue realmente afortunado en sus dos primeros años al tener un QB como Vernon”, comentó Baldwin, quien calificó a Adams como lo opuesto a un “quarterback de rango de conducción” – el tipo de jugador que brilla en la práctica pero no puede replicarlo en un juego.
“Es decir, practicaba bien, y te impresionaba, pero había tenido su mejor momento cuando se encendieron las luces”, dijo Baldwin. “Así que, aunque hayan tenido caminos un poco diferentes durante su época, ambos respetaron absolutamente lo ultra competitivos que eran cada uno de ellos”.
En cuatro partidos contra escuelas de la Pac-12 en las cuatro temporadas universitarias de Kupp, este atrapó 40 pases para 716 yardas y 11 touchdowns y los Eagles quedaron 2-2, puliendo su reputación como jugador confiable en escenarios de alta presión.
“Cooper fue simplemente especial desde el primer día”, dijo un reclutador de la NFL que evalúa a los prospectos de la Costa Oeste y que no estaba autorizado a hablar públicamente. “Cada vez que jugaba contra un rival de la Pac-12, lo dominaba. Era el mejor jugador en el campo”.
Aun así, en 2017, el cazatalentos dijo que no sabía dónde poner a Kupp en los mock drafts. Cualquier cosa entre el segundo y el séptimo se sentía posible porque, aunque la precisión técnica de Kupp era notable, no era una presencia física dominante en 6-2. Tanto el reclutador como Baldwin creían que Kupp entraría inmediatamente en la NFL, pero ¿convertirse en el primer receptor con 2.000 yardas combinadas en la temporada regular y los playoffs? Eso ha sido una sorpresa.
Adams jura que no lo es para él.
“Es increíble, y bien merecido”, dijo Adams. “Nada de esto me sorprende”.
Ha visto los precedentes. Cuando Adams entró en un rol de titular en 2012, viendo como Kupp dominaba en el equipo de exploradores como un novato, el mariscal de campo aprendió algo que se ha mantenido en el ascenso de Kupp al estrellato en, de todos los lugares, el hogar de Adams en el Sur de California.
Denle a Kupp la más mínima abertura – una puerta entreabierta, una cobertura fallida – y la aprovechará.
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